jueves, 4 de agosto de 2011

A mi hija

Marilyn
27/07/2011

A mi hija:

Las relaciones entre padres e hijos son un mundo laberínticos de afectos... y también a veces de odios enconados.

Para los adolescentes es muy difícil encontrar los términos medios. Aman u odian. Una banda es lo más o es lo peor. Los padres son unos genios (casi nunca) o unos patéticos (casi siempre). Por suerte –aunque algunos ensalcen esa etapa de la vida– es un período pasajero. La juventud y sus pecados deberían curarse con el tiempo.

La adolescencia es así. Su limitada capacidad para entender la realidad quedó patentizada con maestría por Mark Twain: “Cuando era un chico de 14 años, mi padre era tan ignorante que yo evitaba estar cerca del viejo. Pero cuando cumplí 21 años, me asombré de ver todo lo que el viejo había aprendido en siete años”.

Existimos gracias a los que llegaron antes que nosotros; creemos, a pesar de sus fallas... a pesar. Pero también gracias a los horizontes de su visión también nosotros soñamos.

Es cierto que más vale arrepentirse por lo que se hizo, que por lo que no se hizo. Pero hay cosas que haces hoy y que, para bien o para mal, aflorarán dentro de 20 años, así que más te vale que sea para bien. Todo necesita esfuerzo, después de tu familia inmediata tengo la certeza de que nadie te da nada , por lo tanto hay que ganarse las conquistas.

Tenes que luchar porque sea normal el que la mayoría de los días te levantes y le sonrías a la vida. Cada quien está donde debe, cada quien tiene lo que merece y cada quien es lo que ha hecho para llegar a serlo.

Siempre te he dicho que disfrutes cada nuevo año de vida que estás por iniciar y que seas feliz. Aunque, como suelen repetir los psicólogos, la búsqueda de la felicidad es una empresa fútil (porque la felicidad es una decisión). Probablemente la felicidad completa es que ni existe, o al revés, la felicidad completa es cuando tenes pequeñas incongruencias o pequeños desajustes que te hacen ver lo estupendo o perfecto que están o son otros aspectos de tu vida.

Me encanta esta frase de Voltaire, "buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una "... (este debería pedir ayuda o preguntar en que calle está a alguien que conozca el barrio).

Este nuevo año por vivir, te empuja un poquito más para empezar a dejar la adolescencia (pero hay jóvenes que retardan todo lo que pueden su ingreso a la edad de la razón), por tanto, es un año ideal para buscar equilibrios, construir sendas alternativas y encontrar nuevas ideas para viejos problemas, aunque parezcan tareas titánicas.

Que hayas tenido unos felices 16 y que disfrutes a partir de mañana el inicio de los 17.

Con Amor


TU PAPA